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sábado, 15 de mayo de 2010

Maxe Xuxe o la refundición de las historias andinas

REDESCUBRIENDO A LOS VALORES LITERARIOS LAMBAYECANOS



Maxe Xuxe o la refundición de las historias andinas



Dentro del conflicto y discusión de identidad en la literatura lambayecana, cabe la idea de cuantificar a los autores activos y emergentes y cualificar su temática, escenarios, personajes alegorizados y esas subterráneas intenciones de refundir cuentos, mitos, leyendas e historias populares que sincréticamente se mimetizan hasta llegar a nosotros y convertirse en leyendas urbanas. Químicamente no hay nada puro bajo el cielo azul literario.

En la región Lambayeque, zona troncal de trasvase, zona de pasaje y afincamiento socio-cultural, se fusionan todas las culturas: la del Norte con Piura y Tumbes; la del Sur Trujillo, Nor Oriente Amazonas, al Este Cajamarca y San Martín. De cada diez literatos (poetas-narradores) activos y de valía siete, proceden de zonas externas a la propia región Lambayeque. Lo que dificulta y hace imposible una identidad lambayecanista pura y chauvinistoide. Se les considera “autores lambayecanos” porque radican por años en la región Lambayeque (han sentado raíces familiares, profesionales, económicas, laborales, socio-políticas), pero sus fuerzas telúricas, posicionamiento terrígena, elucubraciones afectivas, emocionales y temáticas y de evocación y tristitia añorada, se manifiestan en sus obras, explícitas o soterradas. Así, tenemos a Javier Villegas (Cajamarca), Andrés Díaz Núñez (Cajamarca), Stanley Vega (Cajamarca), Ronald Calle (Cajamarca), José Abad (Cajamarca), activistas literarios, que señalan el derrotero de una “cajamarquización de la literatura lambayecana”. La presencia invasiva de los “foráneos” de Lambayeque tiene tal auge que podríamos decir que han aplastado esa delgada línea de la lambayecanización. Cauqluier intento y todos los que se han hecho por hacer sentir orgulloso de su pado e historia, no ha funcionado en el caso de los hacedores literarios que han tomado por asalto desde hace un par de décadas a la Capital de la Amistad (Chiclayo) y a la Ciudad Evocadora (Lambayeque), con gran reticencia sí la Tierra de la Doble Fe (Ferreñafe).

Dentro de este contexto surge y se impone en la escena literaria lambayecana el narrador cajamarquino Gilberto Maxe Suxe, que llega a sumarse a los exiguos novelistas existentes en Lambayeque (Mario Puga Imaña, Andrés Díaz Núñez y Bruno Buendía Sialer).

Por ello sostengo todo aquel osado creador, intrépido lector u oidor oratizado que entra al Conglomerado Cultural, no sale libre de salir contagiado del virus mortal de la literatura.

Nicolás Hidrogo Navarro





La noticia cultural

El viernes 23 de mayo 2008 no fue uno más. Noches de cuento y poesía, actividad literaria que organiza el Conglomerado Cultural- Lambayeque ofreció al público en general el comentario de una novela cuyo nombre es “Los Tres Consejos” del profesor sanjosefino Gilberto Maxe Suxe. Dicho comentario estuvo a cargo de los profesores Teresa Liliana Menor Alarcón y Fernando Odiaga González.

La presentación de la novela contó con la asistencia de personajes del ambiente literario local como Carlos Bancayán, Javier Villegas, Marhie Linares, César Boyd Brenis, entre otros. También estuvieron jóvenes estudiantes de la Universidad Pedro Ruiz Gallo y del colegio San José.



Fernando Odiaga Gonzales (Estudiante de Filosofía y Ciencias Sociales LEMM-FACHSE-UNPRG-Lambayeque) y Teresa Menor Alarcón (Docente de Lengua y Literatura- Egresada del Instituto Superior Pedagógico Sagrado Corazón de Jesús-Chiclayo), constituyen las dos vigas matrices en el comentario crítico literario del Conglomerado Cultural desde hace cuatro años de manera ininterrumpida. Le dan el valor agregado a cada lectura, tanto narrativa como lírica. Prenden luces en la oscuridad y descubren las claves estéticas de cada obra presentada. Es el magisterio literario que se viene imponiendo, buscando que la presentación de un libro sea más que un simple acto protocolar amiguero, politicoide o familiar, es insuflar las llamaradas de la estilística, la hermenéutica, la pragmática y la deconstrucción de textos. Ellos no perciben emolumento alguno ni están buscando algún favor de nota, “trabajito” o extensión de certificado: están metidos en la misma caldera de la literatura como creadores y articuladores de una nueva emoción estética y promotores culturales de la lectura y su valoración hacia adentro y hacia fuera de los creadores.



Los tres consejos

De Gilberto Maxe Suxe

Por Teresa Menor Alarcón

Argumento.



La historia de esta novela transcurre en un ambiente muy colorido y accidentado. Características propias del paisaje de la región de la sierra, específicamente, de la quechua y yunga. Los ríos, lluvias, zarzas, frutos y variedades de plantas dibujan el escenario a donde Genaro Ramírez nos atrae para hacernos cómplice de su venturosa, azarosa, arriesgada y desdichada vida. Ésta se configura así, a pesar de tener el amor de una mujer de nombre Rita.

El motivo del trajinar de Genaro de un lugar a otro, hasta ausentarse por 20 años de su hogar, es la mentira que ha hecho a ojos de la familia de su esposa y también de ésta, una verdad.

Genaro se presenta ante los padres de Rita como el hijo de un hacendado. Condición que saldría a su favor para que Rita también lo aceptara como su esposo, ya que ella sí disfrutaba de las comodidades de una familia cuyo peculio se concretizaba en muchos animales domésticos, tierras y ganado.



Luego de haberse casado la lleva a vivir a una casa que no cumplía con las condiciones propias para una mujer como su amada Rita y, además, día a día para mantenerla Genaro robaba de sus vecinos uno que otro animal. Pero eso no podía continuar sino hasta que fuera descubierto, entonces por temor decide salir de su tierra en búsqueda de trabajo. Sólo de esa manera puede aceptar que Rita fuera su esposa y ser perdonado por la mentira que les hizo creer como verdad a sus suegros e invitados ese día de su matrimonio.



Ante la partida de Genaro, Rita queda sola y muy triste. Mientras él poco a poco va alejándose hasta desaparecer su sombra por los cerros y las montañas. Así, ha llegado a la hacienda de un primer patrón, conocido por los peones por su mal trato y despotismo. Pero esta referencia no amilana a Genaro y acude a pedirle trabajo. Sale preocupado de allí, pues el patrón le ha dicho que su pago será dentro de tres meses y Genaro lo necesita quincenal para poder enviar a su añorada Rita. Luego llega a un segundo patrón y le dice que recibirá su pago después de seis meses. Genaro llevaba muchas horas de camino agreste, sus piernas estaban tan cansadas y tenía mucha hambre y frío, pero aún así debía seguir. Llegó a don Héctor Linares, quien fue amable con él. Después de haber comido, descansado y escuchado que le pagarían dentro de un año Genaro partió muy temprano con rumbo desconocido. Pero eso sí, su objetivo era el mismo: trabajar.

Por las travesías espinosas y empedradas, resbaladizas, frías y solitarias iba Genaro. Su esperanza en conseguir trabajo se iba desvaneciendo poco a poco. Entonces, llegó a don Israel Santa Cruz. Su arrogancia le permitió decir que el pago de los peones es dentro de tres años. Esto sumió a Genaro en una terrible desesperación. No sabía si quedarse o seguir, puesto que mientras más se alejaba de Rita menos posibilidades había de encontrar un trabajo que fuera retribuido en menos tiempo del que ya le habían dicho. Sin embargo, no desistió y decidió salir en búsqueda de la última esperanza: Atumpampa.



Decían los lugareños que en Atumpampa vivía un señor de nombre Benjamín Gonzáles. De carácter afable y bondadoso. Genaro para llegar a ese lugar debía pasar por muchos caminos tenebrosos. Entre ellos, el de los zorros, las culebras y reptiles. Casi al fin de todos éstos, Genaro sucumbe, pero él rogaba mucho a Dios y salió bien librado. Entonces, llegó y ahí el patrón le dijo: tengo un puesto libre, el de capataz. Veo en tus ojos sinceridad y responsabilidad. Puedes quedarte, pero eso sí, el pago por tu trabajo lo recibirás dentro de 20 años. ¿Qué dices? Genaro, por su parte, aceptó. No le quedaba más nada por hacer.



Así, Genaro pasó sus 20 años trabajando. Todos sus compañeros lo respetaban y consideraban su amigo. Por eso, cuando llegó el último día se sentían muy tristes; también don Benjamín, quien en honor al esfuerzo de su capataz había acrecentado su fortuna enormemente. Éste le dijo: Tu pago es tres sacos de dinero o tres consejos. Tú decides. Genaro eligió los tres consejos: “no dejes lo nuevo por lo viejo”, “no preguntes lo que no te importa” y “no actúes a la ligera”.

En un primer momento Genaro vaciló en su elección, pero ya no había marcha atrás. Así que inició su camino de regreso a casa. Pensando, claro, en su ansiada Rita.

Ya por el camino, se encontró con otros campesinos que a través de historias él iba descubriéndose como el joven fuerte que partió hace 20 años a lugares lejanos de su tierra. Es en estos caminos por donde él aplica los tres consejos. El primero, cuando va a elegir el lugar por donde dirigirse de regreso a su tierra. Prefiere el mismo por el que había salido en busca de trabajo. Luego es acogido por don Francisco Suárez en su hacienda. Allí le ofrece de comer y hospedaje. Sin embargo, mientras Genaro escucha las historias de don Francisco, ve a una mujer desnuda amarrada de su pie a la pata de la cama. Su curiosidad por saber por qué estaba así y ahí era tanta, que intentó en dos ocasiones preguntar quién era, pero se acordó del segundo consejo y desistió. Luego, nuevamente quería preguntar, pero el consejo se le venía a la mente. Don francisco en premio a la discreción, a no entrometerse en asuntos que no le corresponden le obsequió muchos animales, tierras y dinero. Con todo ello Genaro siguió cuesta arriba. Ya muy cerca de su casa (muy vieja, por cierto) se había encontrado con un vecino suyo antes de que partiera a Atumpampa, quien le dijo que su Rita estaba bien y esperándolo.

Esas palabras le sirvieron de consuelo y aliento para terminar de llegar a su casa. Sin embargo, divisó un bulto que hacía sombra a lado de Rita. Él pensó que sería su amante, pero recordó el tercer consejo y tuvo calma. Entró a su casa, saludó a su esposa Rita y ella, llamó a Mateo, su hijo.



Después del efusivo encuentro conversaron de lo que había pasado mientras estuvieron separados. El padre de Rita habría fallecido no sin antes confesarle que ella no era su hija, sino adoptada. Su verdadera madre era Elodia Sánchez, la misma mujer que vio Genaro en casa de Francisco y que por su discreción él la había liberado.

Genaro, también le confesó su secreto. Le dijo que lo perdonara por haberle engañado al decirle que era de una familia hacendada y que su verdadero nombre no es Genaro, sino Marcelino Callirgos. Ambos se sumen en llanto, pero luego se perdonan y abrazan a su hijo, Mateo.



La historia termina con la unión de una familia que por 20 años estuvo separada.



Comentario:



Es importante conocer la trama de la historia porque de ella inferimos categorías semánticas, las cuales nos permiten saber cómo está estructurada la novela “Tres Consejos”.

Empecemos por el título. “Los tres consejos” no es más que una lección para seguir al pie de la letra los dichos o sentencias populares que la gente del pueblo conoce y practica.

Marcelino Callirgos es uno de ellos. No actúa por voluntad propia, sino que está sujeto a esos tres consejos que sólo don Francisco y el narrador saben lo benéfico que le va a resultar si es que él los pone en práctica.



El espacio y el tiempo son categorías importantes para saber que el narrador instaura a Marcelino en un “aquí” y un “ahora” lleno de felicidad, amor, compañía, alegría, vitalidad, lozanía y juventud, pero también de una pronta pobreza. Entonces, el narrador opta por instaurarlo en otro espacio y otro tiempo. Sólo así podría mejorar su situación económica.

El “allá” le resulta a Marcelino una ambiente solitario, triste, y sin esperanza. Sin embargo pasan los años y todo eso cambia a causa de que Marcelino aplica los tres consejos y, entonces al llegar a su antiguo hogar vuelve a ser feliz, en compañía de su esposa e hijo y sin necesidades de alimento.

Si antes la casa era sinónimo de peligro, hambre, muerte; ahora será de seguridad, abundancia y vida.



Por otro lado, en cuanto a la intertextualidad, la historia goza de unas comparaciones por decirlo así, entre la famosa epopeya “ La Odisea ”, donde Ulises se ausenta de Ítaca para ir a la guerra y después que ésta sucede quiere regresar, pero para lograrlo debe pasar por un sin número de pruebas que los dioses le asignan. Pasados los 20 años llega y su fiel esposa Penélope la espera junto con su hijo Telémaco.

“Puerto Cholo” también presenta una historia similar. Manuel Fiestas es un joven que desea viajar a Europa y Norteamérica en búsqueda de aventura y bienestar, ya que en Puerto Eten no podrá conseguirlo, a pesar de que ya se había casado con Jacinta y tenido a su pequeño hijo Juan Pedro. Manuel Fiestas parte y fuera de su casa sufre muchas peripecias, las cuales no terminarán hasta cuando él se accidenta, dejándolo inválido. Regresa después de 20 años a su casa y su fiel esposa Jacinta la espera con los brazos abiertos junto a su hijo.



Con dicha equiparación se puede decir que tenemos una Épica universal, una nacional y otra, regional. Puesto que el esquema de la historia y los sujetos son similares. Claro, que el ambiente es muy diferente. La primera sucede en la ciudad, la otra en un puerto y la tercera, en un pueblo de la sierra.



En cuanto al estilo, el narrador maneja técnicas como el racondo, el flash back, el dato escondido, figuras literarias como el epíteto, la prosopopeya y la metáfora. La descripción es uno de los elementos que también está muy presente. Éste sirve para dar vida y colorido a la historia y para que el lector se ubique en el mismo espacio y entienda, por lo tanto, el sufrimiento del protagonista. Muy aparte de ellos, el lenguaje es exquisito en adjetivos, y a la par de verbos que ayudan a pintar las escenas y las acciones que realiza el personaje cada vez que da un paso adelante. Es un lenguaje asimilable, fácil de comprender, lo cual me parece interesante ante la posible complejidad (para el lector común) que presente la estructura narrativa de la historia.

Por último, la temática corresponde a un aspecto de la sociedad: Diferencia de clases sociales. Un peón no puede casarse con una hacendada. Sin embargo, el narrador logra convencernos de lo contrario; y aceptar que el hecho de no pertenecer a una clase social alta no se pueda conseguir la felicidad. Lo que deja claro esta historia también, es que el amor cuando es verdadero permanece a pesar de los años; y que para ganárselo se debe luchar y esforzarse hasta más no poder.







LOS TRES CONSEJOS DE GILBERTO MAXE SUXE





Por Fernando Odiaga Gonzáles



Luego de una ausencia prolongada de la narrativa en el escenario de “Noches de libro”, el profesor Gilberto Maxe Suxe nos trae una novela corta, Los tres consejos, la cual es la primera vez que se presenta ante el público, aunque ya va por su cuarta reedición.

Para hacer una presentación adecuada del libro debo definir el término “presentar”. Etimológicamente presentar es la forma verbal del sustantivo presencia. Presentar es “sentar antes”, es decir poner un fundamento, establecer algo con antelación a una realidad determinada. Presencia es lo mismo, con una connotación agregada de pre-esencia, “antes de la esencia”, es decir una previa con la realidad de la cosa, un antes de la cosa en sí.

Por todo ello es necesario “pre-sentar” la novela de Gilberto Maxe desde afuera hacia adentro. La tapa del libro esta bien montada, se trata de una foto que evoca el ámbito rural agrario que va a ambientar toda la trama de la historia que pasará a contarnos el profesor Maxe. Unas letras en tono naranja nos anuncian el título del libro, Los tres consejos. Empezando nuestra exploración por el interior del libro leemos un prólogo del profesor Darío Hernández colega de Maxe en el centenario colegio San José. El prólogo nos hace alusión a la técnica como uno de los logros principales de la historia. Efectivamente se trata de una novela disrupta, no sigue de continuo el tiempo lineal sino que da saltos en el tiempo, adquiriendo una estructura donde se superponen los pasados, presentes y futuro. El prólogo es muy analítico, breve, y lleno de reconocimiento hacia la personalidad de don Gilberto. Está escrito en una prosa muy alturada y deferente.

A continuación sigue la historia. Los tres consejos es una adaptación de un cuento popular que muchos hemos escuchado a lo largo de nuestra vida. La diferencia es que en el cuento original, los personajes a los que un patrón les da a elegir entre la cancelación de su jornal y los tres consejos, son tres peones. En la novela es sólo uno, el peón Marcelino, que trabaja veinte años como capataz de una hacienda luego de alejarse de su esposa y su hogar, teniendo además que esperar ese tiempo para que le paguen sus haberes por el trabajo. Marcelino tenía una esposa que era hija de un hacendado a la que seduce con un engaño pues la amaba demasiado y temía que su humilde condición sea un obstáculo insalvable. Luego de casarse con Rita, Marcelino vive un tiempo sin problemas hasta que comienza la época de carencias y se ve obligado a robar. Arrepentido recuenta toda la verdad a su mujer y parte en búsqueda de trabajo y mejor destino. Hasta allí el argumento.

Muchos han dicho que esta obra es básicamente descriptiva. Y lo es en gran forma por que con su puesta en escena de la fauna y la flora de las regiones suni, quechua y yunga, llega a compararse con la obra de viajes Paisajes peruanos de José de la Riva Agüero y Osma. También se ha dicho que es una novela con rasgos de realismo mágico, y ello es cierto si tomamos en cuenta la escena de los diablos en aquelarre a los que sorprende Marcelino entre las peñas cuando viajaba a la hacienda Atumpampa. En realidad es una narración de gran poder, pues recrea una antigua historia en la que por seguir tres consejos un hombre se salva de morir y llega a buena fortuna y un feliz desenlace.

Hago la respectiva invitación para que pasen un rato ameno con la lectura de la prosa de Gilberto Maxe Suxe, la cual llega a rivalizar con la de un grande de nuestras letras lambayecanas como es Andrés Díaz Núñez.

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